Sin embargo, lo que podía ser un sueño se puede convertir en una pesadilla si no se ponen los medios para gestionar la explosión de contenidos disponibles. El contenido tanto digital como analógico sólo tiene un valor si se puede descubrir y utilizar. Si dicho contenido no puede encontrarse de forma sencilla es como si no existiera. La misma tecnología que ha reducido los requerimientos para la producción y edición de contenido puede ayudar en su análisis y clasificación, extrayendo y manipulando sus características específicas. Por ello, serán necesarios estándares que indexen la información multimedia de una forma no subjetiva. A continuación se presentan una serie de estándares relacionados con la indexación de contenidos multimedia.
Es evidente que la indexación más eficaz es aquélla que se realiza de forma manual. Ahora bien, muchas veces resulta inviable indexar los repositorios de esta forma dada la gran cantidad de información existente. Sin embargo, la indexación automática es muy eficaz en los objetos basados en información de tipo texto, consiguiéndose resultados muy satisfactorios mediante técnicas de indexación inteligente basadas no sólo en la abstracción de conceptos, sino también en modelos conceptuales basados en el conocimiento.
Aunque productos como ACDSee, Google Picasa o Adobe Photoshop Album permiten la anotación de fotos utilizando palabras clave o tags definidos por el usuario que se añaden a la imagen, estos productos comerciales no están basados en el estándar MPEG-7. Sin embargo, existen en la literatura numerosas herramientas de anotación que permiten la indexación basada en MPEG-7.
En los relativo a la indexación de vídeo basada en el estándar MPEG-7, el sistema IMB permite la indexación y recuperación de los descriptores semánticos, orientado hacia los datos de vídeo e incluyendo una herramienta para la indexación visual y la creación de preguntas. El sistema utiliza una ontología de dominio única, limitando la aplicabilidad del estándar MPEG-7. El mecanismo de recuperación únicamente permite las coincidencias totales basadas en las coincidencias totales.
El proyecto SIMIPE-Ciné ha sido diseñado como un prototipo software para realizar búsqueda a partir de criterios de búsqueda geográficos y visuales. Se han integrado diferentes datos sobre el punto de interés en la base de datos: indexaciones, fotos, panoramas, audios, mapas e información geográfica. El sistema ayuda a los realizadores de películas en la búsqueda de localizaciones de una forma más eficiente, obteniendo información visual y logística. Dado que gran parte de los contenidos están basados en material multimedia, se ha aplicado el estándar MPEG-7.
A continuación, se presenta una selección de las ontologías más representativas existentes en el sector turístico. Debido a la diversidad del sector turístico, se han desarrollado varias ontologías.
La principal misión de este consorcio ha sido la definición de la ontología denominada "Interoperable Minimum Harmonisation Ontology" (IMHO), con un acuerdo consensuado sobre los conceptos en el sector turístico y sus características. A la hora de crear la ontología, se analizaron los estándares existentes, comparando y evaluando sus similitudes y diferencias y creando clasificaciones detalladas. Este trabajo permitió clarificar y unificar la terminología. Para identificar los conceptos utilizados en el mayor número de modelos, se diseñó una matriz que contenía todos los elementos. A continuación, y tras lograr un acuerdo sobre los conceptos centrales, se añadieron otros conceptos adicionales que aparecían en uno o dos de los modelos analizados y que podían tener cierta importancia.
El dominio de la ontología recoge conceptos relacionados con alojamientos, eventos y actividades debido a su importancia dentro de la cadena de información turística y a su repercusión económica. Los eventos y actividades cubren todos los tipos de eventos culturales (teatro, conciertos...) actividades deportivas, conferencias...
Los servicios en general y los servicios directos al usuario basados en las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicaciones más concretamente, están generando nuevas líneas de investigación en todo lo referente a la personalización de dichos servicios, entendiendo ésta como un medio para mejorar la experiencia, eliminando los servicios irrelevantes o de falta de interés y ajustándose a las verdaderas necesidades de cada usuario. Por lo tanto, el objetivo mayoritario de estas aplicaciones es permitir un acceso más flexible a la información, a los servicios de reservas y otros soportes turísticos.
La personalización tanto de servicios como de contenidos es una herramienta determinante en la relación entre la oferta (servicio) y la demanda (usuario), por lo que se ha convertido en un campo de investigación novedoso en los últimos años, aunque con un alto potencial enfocado en el desarrollo de nuevas tecnologías. Dado que una de las necesidades más inmediatas de los usuarios es comprender y saber utilizar la información recibida, otro término intrínsecamente relacionado con la personalización es la usabilidad, ya que se trata de mejorar la experiencia del usuario en un entorno en ocasiones novedoso y en otras, conocido.
En términos generales, se puede decir que la personalización es la estrategia de establecer un acercamiento individualizado a los usuarios a través de los productos y servicios. En el caso del turismo, se trata de utilizar contenidos concretos adaptados a las necesidades y características de los turistas. Una definición más académica puede ser la "habilidad de proveer de servicios y contenidos a la medida de los usuarios de acuerdo con el conocimiento sobre las preferencias y comportamiento de éstos". Esta definición parece ser la que más se adapta al servicio proporcionado por las aplicaciones tecnológicas adaptadas a contenidos e información turística.
La personalización es una forma eficaz de fidelizar a los usuarios o clientes de un servicio, ya que dicho servicio está proporcionando información adaptada a sus necesidades específicas, con una ventaja competitiva sólida.
Aunque todas ellas tengan ligeras variaciones, pueden extraerse una serie de denominadores comunes: la adaptación de la oferta (un contexto turístico concreto y a unos requerimientos de servicios básicos para realizar la actividad); los proveedores (la información turística y la base de datos de rutas); y los consumidores/usuarios (los modelos de usuarios). Todos estos factores son clave a la hora de personalizar una ruta adaptada al servicio que se quiere ofertar. Es evidente que todos estos conceptos y definiciones se encuentran muy cercanos al marketing, y en concreto, al denominado marketing one-to-one, es decir, la oferta se personaliza totalmente al cliente, aunque también se trabaje de forma más generalista por segmentos o perfiles de usuarios que posean ciertas afinidades entre sí, pudiendo basarse en criterios demográficos o de comportamiento según intereses.
Es evidente que la efectividad de las diferentes técnicas de personalización va a depender del producto o servicio al que se apliquen, ya que estarán integradas en un sistema directamente relacionado con el conocimiento de los usuarios. En el marketing, la personalización de los productos comerciales permite diferentes acciones, desde adaptar mensajes promocionales a clientes hasta identificar rasgos de clientes clave a partir de los cuales se puede acceder a clientes/usuarios particulares.
En el sector tradicional o en los escenarios propuestos de las oficinas de turismo, esto simplemente puede implicar una conversación trabajada con cuidado entre la persona que atiende al público y un cliente. Ahora bien, la situación a través de un medio técnico que determina los productos o tipo de productos que interesan a un cliente específico es diferente, ya que se pueden emplear diferentes métodos y herramientas para proporcionar un servicio personalizado. En estos casos, la interacción debe ser constante a través de estrategias de control personalizadas: entrevistas, gestión de datos, input directo del cliente o instrumentos de software, es decir todo aquello que provee al servicio de información sobre el mismo, siendo el objetivo ofertar ventajas (como valor añadido) ante posibles competidores.
La mayoría de los estudios existentes están centrados en portales de Internet, donde se han utilizado modelos avanzados de personalización de contenidos, servicios y publicidad combinando usos de reglas, identificación expresa de preferencias o inferencia de análisis de comportamiento del usuario como herramienta de atracción de un mayor número de usuarios. En este caso, el acercamiento al usuario como medio de fidelización ha tenido mucha influencia en la forma de entender la Web.
Uno de los aspectos más controvertidos de la personalización es su relación con la privacidad. La cesión de datos personales por Internet no es habitual, y únicamente se aplica si la cesión conlleva beneficio directo para el usuario o si se genera en un entorno de no-conexión (de bancos). En este caso, la información se considera fiable. Esto exige una responsabilidad al diseñar las reglas de negocio por parte de las empresas que deben tener en cuenta que los usuarios pueden reaccionar de forma contraria ante un grado de recomendación demasiado ajustado a los resultados de su actividad.
Un sistema turístico se compone de cinco elementos fundamentales: el medio de transporte, las atracciones, los servicios, la información sobre las direcciones y los turistas. Se trata de un sistema fuertemente interrelacionado, con participación público-privada de diferentes tipos de empresas. La Figura 8 muestra las interrelaciones entre los diferentes elementos que componen el sistema turístico. La interdependencia entre las componentes es muy fuerte y no puede aislarse cada sistema de forma unilateral. Muchas veces, una de las componentes incluye otras como por ejemplo, una atracción puede incluir un restaurante o incluso ser un medio de transporte.
Una atracción es un lugar propio con alguna característica que es el foco de la atención del turista. Existen tres tipos de atracciones: atracciones hechas por la persona (estructuras físicas, eventos), atracciones naturales y atracciones secundarias mucho más subjetivas según los turistas. Se trata de un elemento que hay que tener muy en cuenta en la planificación de un viaje, ya que no sólo proporciona cosas para ver, sino que es parte de la experiencia y de la propia satisfacción del turista. A la hora de diseñar algoritmos para la planificación de un viaje, hay que tener en cuenta parámetros como el atractivo de la atracción para cada tipo de turista, el coste de la entrada y el tiempo que permanece el turista en la atracción.
Respecto al medio de transporte, es la forma utilizada para desplazarse de un punto a otro. A la hora de planificar el viaje, hay que tener en cuenta el modo de transporte (aéreo, ferrocarril, marítimo, por carretera), el coste total del desplazamiento y el tiempo de viaje. Los servicios están relacionados con todas las posibilidades que dar soporte al turista como el alojamiento o los servicios de restauración. Se trata de un colectivo muy importante dentro de la industria turística, ya que genera grandes entradas económicas en los destinos. Respecto a la información sobre direcciones, no se trata de una mera actividad de marketing, sino que debe incluir información descriptiva completa sobre los lugares y las formas de llegar a ellos.
Finalmente, los turistas son una parte fundamental del sistema. Los turistas que están motivados a realizar un viaje deben elegir a dónde ir, cómo llegar al destino y qué hacer en dicho destino. El proceso de planificación de los viajes es complejo, ya que existe un gran número de factores en dicho proceso como las preferencias de los turistas por determinadas atracciones, el medio de transporte, los servicios, y las limitaciones de tiempo y dinero de los turistas.
Un segundo tipo de restricciones está relacionado con los periodos en los que se pueden realizar las actividades planificadas. En este caso, el término periodo tiene varias acepciones: un intervalo de algunos días (monumentos en restauración), un conjunto de días fijos durante la semana (cierres de museos en lunes) o un intervalo de tiempo durante un día (cerrado por la noche). En tercer lugar, aparecen restricciones debidas a la localización física donde tienen lugar las actividades.
Por ejemplo, no es razonable planificar la visita a cuatro monumentos históricos en una gran ciudad que se encuentran muy alejados unos de otros durante una mañana. Aunque este conjunto de restricciones para la organización de una agenda turística puede ser bastante complejo, no es complicado de entender para el turista. Sin embargo, la realización manual de esta agenda puede resultar un proceso aburrido y hace falta dedicar un tiempo a acceder a las diferentes fuentes de información y realizar los itinerarios.
Existen cuatro posibles aproximaciones básicas para estos sistemas, que difieren no sólo en los métodos utilizados, sino también en la interpretación del mundo real del algoritmo subyacente.
CBCF (Content-Boosted Collaborative Filtering) es una plataforma para la combinación de recomendaciones colaborativas basadas en el contenido. Para recomendar una película a un usuario activo, esta aproximación utiliza predicción basada en el contenido para aumentar los datos de los usuarios mediante la predicción del ranking de las películas a partir de sus perfiles previos y la provisión de sugerencias personalizadas mediante filtrado colaborativo utilizando el ranking predecido. El ranking varía entre cero y cinco estrellas, con cero indicando un total desacuerdo.
LIBRA (Learning Intelligent Book Recommending Agent) es un sistema de recomendación de libros que utiliza extracción de información y algoritmos adaptativos sobre la base de categorización de textos. El sistema recomienda libros en función de las preferencias individuales de los usuarios, utilizando una base de datos de información de libros extraída de las páginas web de Amazon.com. Un sistema de información basado en patrones extrae información sobre el título, autores, sinopsis, opiniones publicadas, comentarios de los consumidores o títulos relacionados. El usuario elige y escala un conjunto de libros proporcionando puntuaciones entre 1 y 10 para cada título. Una vez que se ha creado el perfil, dicho perfil se utiliza para predecir el ranking del resto de los libros disponibles.
MRS (Music Recommendation System) proporciona el servicio de recomendación de música. El sistema extrae un fragmento representativo para cada elemento MIDI. Cada fragmento se clasifica en función de seis parámetros como el pitch o el nivel de graves/agudos. Este método da lugar a perfiles de diferentes intereses de usuarios y su comportamiento a partir del historial de acceso. Se identifican los usuarios con perfiles similares como usuarios relevantes. Para hacer una recomendación a un usuario, se ponderan los grupos de música asociados con los usuarios relevantes. Estas ponderaciones se pueden almacenar como preferencias asociadas. El sistema calcula las diferencias entre los factores de ponderación en cada perfil de usuario y sus preferencias asociadas.
Finalmente, TIP (Tourist Information Provider) proporciona recomendaciones para el usuario sobre su localización y sus perfiles de usuario definidos. El sistema proporciona una lista de las atracciones turísticas próximas que se adecuan a las preferencias de usuario, mientras deshecha aquellas que no se adecuan al perfil de usuario.
Aunque estas soluciones se han estudiado desde hace bastante tiempo, todavía no existe una solución óptima para los problemas polinómicos no deterministas. Estos problemas presentan un gran cálculo computacional y no existe ningún algoritmo escalable que los solucione con una variación polinómica del tiempo a medida que aumenta el tamaño del problema. Los mejores resultados se han conseguido con una variación exponencial, con lo que sólo se consigue añadir 10 nodos más cuando la potencia aumenta en tres magnitudes únicamente.
A continuación, se incluye una revisión bibliográfica sobre los algoritmos asociados a los procesos de planificación de viajes. Aunque existe una gran cantidad de algoritmos basados en el problema del viajante (TSP), dichos algoritmos no incorporan ninguna restricción crítica para el sistema turístico funcional.
Mediante la utilización de una PDA o un SmartPhone, el usuario puede construir una ruta y seguirla en un mapa interactivo que se muestra en la pantalla del dispositivo móvil. CRUMPET es un proyecto europeo que trata de dar un apoyo móvil a los turistas de diferentes ciudades europeas. Además de un mapa interactivo para crear un itinerario dinámico, el sistema ofrece igualmente una lista de las atracciones recomendadas en función de los intereses del usuario.
Finalmente, hay que mencionar igualmente el proyecto Deep Map, que está desarrollando un sistema móvil capaz de generar paseos personalizados guiados por la ciudad de Heidelberg sobre la base de algoritmos de generación de rutas personalizadas por la ciudad. Todos los proyectos mencionados anteriormente se centran en los aspectos relacionados con la movilidad. Estos sistemas dan soporte al usuario principalmente durante la propia visita y ofrecen información sobre recursos turísticos y servicios disponibles basada en el contexto, pero es el propio usuario el que genera su agenda. Cada día en un viaje suele comenzar con la planificación del día de turismo de una manera general. Esta fase importante, que suele preceder al propio itinerario, no está cubierta por estos sistemas.
Inicialmente, las interfaces de usuario se desarrollaban pensando solamente en su correcto funcionamiento, aunque posteriormente se comprobó la necesidad de que fueran fácilmente usables y después se hizo patente la importancia de la estética en las mismas, punto en el que el diseño gráfico entró de lleno en el mundo de las interfaces de usuario. Un sistema de este tipo no sólo tiene que funcionar, sino que debe ser bonito y acorde con las inquietudes estéticas del entorno. Colores, formas, agrupaciones y comunicación forman en la actualidad parte indispensable de una interfaz de usuario.
Los avances en las Tecnologías de la Información y la Comunicación influirán próximamente en los canales de acceso a la información y en los contenidos de que dispongan los turistas. La distribución de contenidos está cambiando rápidamente en los últimos años, ya que se está pasando de un modelo de distribución global a un modelo mucho más personalizado, donde los usuarios disponen de terminales individuales y pueden participar de los contenidos, que deben ser mucho más personalizados e interactivos si se desea poder fidelizar al cliente.
En el ámbito de la distribución, entendida como la entrega de los contenidos a los puntos de consumo, el reto más importante que se afronta es la amplia variedad de terminales disponibles y la gran disparidad en cuanto a características de estos terminales. Prueba de ello es que el mismo contenido puede ser visionado en una gran pantalla de alta definición (HDTV) o en un terminal móvil con una pantalla de dos pulgadas. Estas circunstancias hacen que cobren importancia las técnicas de adaptación del contenido al terminal así como en la correcta gestión de los datos provenientes de la interactividad del usuario con el contenido.
Así pues, es necesario tener muy presente la necesidad de proveer al usuario con herramientas sencillas y amigables que le permitan disponer de la información deseada. En este contexto, los profesionales del sector turístico necesitan ofertar aplicaciones sencillas, automáticas y amigables, que a la vez incrementen la calidad y diferenciación del producto ofrecido al cliente final. Para ello, el proyecto MEDIATUR ha previsto el desarrollo de herramientas que permitan que personas no especializadas en la tecnología utilizada sean capaces de acceder fácil y rápidamente a las informaciones asociadas a los contenidos multimedia.
El usuario final ha de ser capaz de visionar, navegar, interactuar y obtener información interrelacionada con los contenidos de forma eficaz y sencilla de manejar. Este último punto (la sencillez en el manejo) es especialmente importante y es una de las grandes preocupaciones en el sector, ya que de nada sirven unas aplicaciones muy sofisticadas y potentes si un usuario medio no es capaz de sacarles todo su partido o, simplemente, usarlas de forma intuitiva. Por eso la usabilidad a través de interfaces de usuario de nueva generación es una de las demandas para las que MEDIATUR debería aportar soluciones eficaces.